Fotos!

       Estoy de vuelta en casa! (vease: el Thamel, que uno lo encuentra hasta acojedor con el tiempo). Esta manyana, despues de un cortisimo vuelo Lhasa - Kathmandu con algunas vistas al Himalaya cubierto en nubes, me plante de nuevo en esta turistica area de la capital. Como no quiero quedarme aqui demasiado tiempo he decidido, despues de barajar diversas opciones, que me ire manyana a Bandipur, de nuevo, a relajarme unos dias explorando la zona mientras espero a Adri, que esta al llegar. La verdad esque me apetece no hacer nada en aquel idilico lugar.

       Y, por gracia divina de Dios, hoy puedo subir fotos. Siento deciros que no puedo subiros nada del Tibet, por razones igual de estupidamente complejas como las de siempre. Pero por las mismas razones, si que puedo subir toda la seleccion que tenia apartada desde antes de irme,  y que intente subir a toda costa, asi que vamos a hacer un flashback a los dias que precedieron a la corta escapada al Tibet: recordemos, pues, Bhaktapur, Bandipur y Gorkha.

La plaza Durbar de Bhaktapur, con Aubrey, Alina, Nacho y las increibles pagodas y templos que alli se encuentran, de protagonistas.

       Mas momentos en la plaza Durbar. En la segunda, tres hombres de la cultura newar tipicamente ataviados, de apalanque en uno de los escalones de una pagoda. En todos estos pueblitos (y en Kathmandu tambien) se hace mucha vida fuera de casa y es facilisimo ver grupos de hombres jugando a las cartas por todas partes, o al parchis.

       Labores diversas en las calles de Bhaktapur. En la primera, una pintora termina un elaborado (y caro) thangka. Las escuelas de thangka estan por doquier, y en ellas estudiantes y maestros elaboran estas pinturas tadicionales budistas llenas de simbologia, sobre tela de algodon, en todos los tamanyos y disenyos. En la segunda una anciana termina una vasija en una conocida plaza de la ciudad, donde todo lo que hay son piezas de arcilla secandose al sol. Todo el gremio de alfareria se reune alrededor y en ella se puede encontar un gran horno donde se cuecen todas las piezas. En la tercera, un tipico puestecito de verduras en medio de la calle, en el que no hay lugar para balanzas electricas.

Y aqui, dos abuelitos newaris y yo, en frente de la plaza de la alfareria.

Recordais las familias que visitamos gracias a Alina? Aqui teneis algunos de sus mas jovenes integrantes.

Para terminar con Bhaktapur, un trozo de la vista que regalaba el ultimo piso de mi hotel.

Mi preciosamente diminuta habitacion de Bandipur, que comparti con gigantescas mariposas durante una noche, porque no me dio la gana cerrar la ventana, para poder asi oir la lluvia. La habitacion era solo lo que veis, y me enamore de ella al primer instante, supongo que ayudado por las vistas que daba la unica ventana que en ella se encontraba.

Alina y yo, con uno de los preciosos paisajes que se obtenian al andar un poco desde Bandipur para llegar a Thundikel, un lugar privilegiado en el que, al atardecer y al amanecer, las nubes se retiraban y dejaban entrever las cimas del Himalaya. Comprendeis que quiera volver no?

Como meter 35 personas en un jeep? En Nepal todo es posible: un eficiente uso del interior, gente en el techo, gente colgando de los lados... Volviendo de Bandipur, camino a Gorkha.

Dos de los muchos ninyos que nos amenizaron la cena en Gorkha, en un lugar totalmente local donde nos acogieron muy calurosamente, tanto las personas locales, como los pollos igualmente locales que pululaban por las mesas.

El trio, nuevamente, descansano de camino a la cima de la colina que sostiene el Gorkha Durbar, que domina el lugar.

Y, ya en el palacio, encontramos algunos saddhus (peregrinos santones), que estaban realizando algunas actividados religiosas (como bendecir a Alina colocandole polvo de tika en la frente), mientras amasaban una pasta que supusimos era comida.

Finalmente, lo que se suele ver desde el techo de un autobus, con un "roofrider" que nos echo una carrera, volviendo hacia Kathmandu. A un dia de partir al Tibet!