Bandipur

       "Estais mas tranquilos?" Fue lo que nos dijo una pareja de catalanes al encontrarnos por segunda vez, mientras ibamos a comer algo en Bandipur. Nos los habiamos encontrado media hora antes, recien llegados al pueblo de un viaje nu tanto intrepido. 

       Ayer no pude actualizar pues llegamos (Ignasi, Aubrey y yo) a Bandipur al atardecer y este pueblo cierra muy temprano. El de ayer fue un dia movidito: por la manyana desperte en Bhaktapur, al mediodia estaba en Kathmandu y por la noche cenaba en Bandipur. La parte mas remarcable del dia fue, pues, el trayecto hasta aqui desde la capital, que cubrio unos 115 km y ocupo nada menos que seis horas y media de nuestro dia.

       Para llegar hasta este remoto pueblecito que cuelga de las montanyas tuvimos que montar en un autobus que nos dejo en Dumre, y desde alli tomar un jeep para cubrir los nueve kilometros restantes que tanscurren por una pista que asciende por una ladera hasta el pueblo. Esto ultimo fueron solo veinte minutos, la parte divertida fue la primera. Seis horas sentados en el techo de un enorme autobus cuyo conductor conducia como si fuera el fin del mundo por una concurrida carretera que serprentea por valles y laderas diversas. Nosotros eramos los unicos en el techo e inauguramos, asi, el que deberia ser el deporte nacional de este pais, y lo denominamos con el termino "roof riding" (me estoy abriendo la cabeza para intentar traducirlo, pero nada mejor que "montar en el techo" se me ocurre, se aceptan sugerencias). Cualquier persona que quiera descargar algo de adrenalina y se halle casualmente en el Nepal deberia probar el roof riding! Nuestro conductor estaba realmente poseido por la locura y el descontrol, y contemplar como adelantabamos dos camiones cisterna seguidos en medio de una curva (por la derecha, pues aqui conducen por la izquierda... cuando quieren) con un precipicio a nuestra derecha realmente nos hizo gritar de emocion como si estuvieramos en una montanya rusa. Fue mucho mejor que una montanya rusa.. porque duro seis horas! Fueron seis peligrosas pero fantasticas seis horas. De hecho, antes de empezar el trayecto (ya nos oliamos lo que nos esperaba) nos convencimos que, en caso de accidente, iba a ser mucho mas seguro estar ubicado en el techo que no en el abarrotado interior de uno de esos horribles autobuses. Mucho mejor salir disparado que vivir las seis vueltas de campana ahi  dentro no? Hahahaha de acuerdo, ya paro.

       Bien pues, al anochecer, sanos y salvos, llegamos a Bandipur y yo casi lloro de alegria de lo bonito que es. Nos metimos en un guest house con un encanto indiscutible. Mi habitacion es minuscula y lo unico que tiene es una gran cama de matrimonio y poco espacio para estar de pie, compensado or una construccion realmente tradicional (arcilla y ladrillo) y una unica ventana (no caben mas) que da de pleno a unas vistas espectaculares de ve tu a saber que valle. Es minusculamente preciosa, aun sin banyo.

       Se que el mapa dice que me hallo en Gorkha, algunos kilometros al este, y es que no he podido encontrar Bandipur en Google Maps con una de estas lentisimas conexiones que pillo por aqui. De todas maneras estoy cerca de Gorkha y lo visitare en los proximos dias.

       Durante toda la manyana de hoy no hemos hecho nada mas que sentarnos en una de estas terrazas con impresionantes vistas y jugar a las cartas y al ajedrez y celebrar que aun estamos vivos. En realidad estamos esperando a que venga Alina de Kathmandu, de quien ya me habia despedido porque se suponia iba a empezar una reclusion de diez dias en los que hablar iba a estar prohibido y meditar iba a ser la unica salida. Menos de veinticuatro horas despues de haber empezado, y cuando nos hallabamos nosotros en mitad de nuestra aventura, me llamo para decirme que no podia mas y que le diera instrucciones para llegar a Bandipur. Y bien, deberia llegar en menos de una hora! Todos sabiamos (ella tambien) que no lo lograria.

       Nada mas, excepto remarcar lo acojedor y fantastico de este pueblecito newar colgado en las montanyas en el que tres dias me van a saber a poco, pues uno podria quedarse a vivir aqui!