Kathmandu

(disculpad la falta de acentos y de algunas grafias concretas como la enye, que a partir de ahora escribire a la catalana, pero en este teclado no hay nada de eso!)

       Kathmandu no es apto para cardiacos. Por lo menos no el centro, donde conceptos como pasos de cebra, semaforos o aceras no tienen sentido alguno. En las calles del casco antiguo y del barrio turistico del Thamel (donde estamos todos los guiris), ya sean de tierra, de cemento o de cualquier punto intermedio entre los dos, el gentio llena las calzadas, junto con un trafico suicida de coches y motos que hace uso del claxon continuamente para abrirse paso.

       Mi llegada fue demasiado chocante. Es la primera vez que estoy en una ciudad de este tipo y el impacto cultural fue muy bestia. Cuando llegue al aeropuerto vi que me habia venido a buscar un grupo de chicos, de parte de mi hotel. La verdad esque parecian sacados de cualquier banda callejera, y su coche mas, no las tenia todas conmigo cuando me meti con todo el equipaje en el automovil. El conductor se rio de mi cuando vio que hacia un amago de ponerme el cinturon, asi que, por eso de integrarse culturalmente y del "alla donde fueres haz lo que vieres", no me lo puse... pero sera la ultima vez! Exageraciones a parte, la verdad esque la conudccion aqui no tiene ningun sentido organizativo, pero por alguna razon no me senti inseguro.

       Tan buen punto entre en mi habitacion mi estomago se vino abajo (literalmente), quizas por la mezcla entre las diversas comidas arabes que Qatar Airways me habia servido en los dos vuelos que tome y el saco de nervios que era yo en aquel momento. En mi habitacion me recibieron unos cuantos mosquitos. Habia como 5 o 6 en el cuarto de banyo y otros tantos en la habitacion asi que inicie un proceso de esterilizacion (tanto quimica com fisica) y a la hora de dormir quise creer que ya no quedaba ninguno. No pareci equivocarme porque he amanecido con cero picadas! Me atribuyo el primer tanto.

       Despues de instalarme inicie una serie de mini excursiones, cada vez mas largas, volviendo siempre al punto de partida, mi hotel, para intentar orientarme y aprender siempre a volver a "casa". La desorientacion debia ser evidente en mi expresion, y debia ser divertido verme volver al hotel cada 15 minutos, cual pajarito que vuelve al nido. Cada vez que salia a la calle alguien diferente se me pegaba y empezaba a hablarme, a menudo guias turisticos que buscan dinero facil. Mi hotel esta en pleno Thamel, un barrio situado al norte del casco antiguo, donde nos concentramos todos los turistas. Segun mi guia, hay hasta 2500 negocios orientados al turismo en una zona de 5 km cuadrados, asique todo esta atestado de guias y timadores que se hacen pasar por guias. Es como andar todo el rato por las diferentes aceras del centro de Barcelona en las que se aglutinan los activistas quen intentan convencerte para que des dinero a sus ONG. Perdonad la comparacion eh? Pero es igualito.

       Aun no consigo orientarme del todo. Pese a que empiezo a conocerme les calles del Thamel aun tengo que preguntar siempre que vuelvo de la plaza Durbar (de la que ya hablare mas adelante), porque pierdo la direccion.

       Son las 8 y media de la manyana y me voy a ir a desayunar. La diferencia horaria con Espanya es de cuatro horas, que teneis que sumar a la vuestra para obtener la nepali. Despues del desayuno me encontrare con Birendra, un chico/senyor que conoci en couchsurfing que me va a ayudar a orientarme y me ensenyara supongo algo del centro. Perdonad que no suba ninguna fotografia, pero ayer no saque la camara a paseo, preferi tomarme el dia entero para aprender a andar.

Nada mas pues, hasta la siguiente entrada!